Sistema Espacial
Para mí, el “sistema espacial” es cómo el edificio está organizado para que tenga sentido cuando lo usas, no solo cuando lo miras. Es cómo los espacios se conectan entre sí: qué va al lado de qué, qué se abre, qué se cierra, dónde hay vacío y dónde hay masa. Cuando el arquitecto piensa en eso desde el principio, el proyecto no es solo una forma bonita. Se vuelve un lugar claro: tú entiendes dónde entras, por dónde caminas y dónde te quedas.
Yo pienso que un buen sistema espacial hace que el mismo edificio te guíe sin tener que poner letreros. La estructura, la luz y los huecos del espacio te van marcando el camino. Por ejemplo: hay proyectos donde no esconden las columnas, las escaleras, ni las zonas abiertas. Al revés, esas cosas te enseñan cuál es la parte principal, dónde moverte y hacia dónde mirar. Así, aunque nunca hayas ido, tú puedes “leer” el lugar.
También siento que el sistema espacial no es solo moverse. Es cómo se siente cada parte. Hay áreas que se sienten más cerradas, más privadas, más calmadas, con menos luz. Y hay otras que se abren, entra más luz de arriba, y el espacio se siente grande. Eso no pasa por casualidad. Eso es parte del sistema espacial: usar forma, luz y material para controlar lo que uno siente en cada punto.
Después de ver todo esto, yo veo el sistema espacial como el “plan” del edificio. Es lo que decide cómo camina la gente, dónde mira, dónde se para a estar y qué emoción tiene en cada área. Diseñar con sistema espacial no es solo poner paredes. Es pensar en conexiones, vacíos, luz y estructura como un conjunto. Al final, un buen sistema espacial hace que el edificio no sea solo un objeto que se ve bien, sino un lugar que se entiende y se vive. Y para mí, eso es arquitectura de verdad.
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