Critica: Baraka
Baraka es una película que enseña un mensaje profundo sobre la unión espiritual entre los seres humanos y su conexión con la naturaleza. La película empieza mostrando imágenes de rituales religiosos en diferentes culturas, lo que evidencia que la fe puede ser una conexión que une a las personas. Durante estas escenas, en lugar de ver la religión como una división entre grupos, la encontré como un lenguaje universal que promueve la armonía, el respeto y el sentimiento de comunidad. Este énfasis en la unión muestra que el amor y la paz entre los seres humanos también se observan en nuestra manera de tratar el ambiente que nos rodea.
La película demuestra un contraste entre la unión espiritual y el impacto negativo de esa separación ética. Cuando los seres humanos se apartan de valores como el respeto y la solidaridad, el mundo comienza a danarse. La ambición, el egoísmo y la indiferencia crean divisiones que resultan en violencia y destrucción. Esta falta de ética no solo afecta las relaciones humanas, sino que se extiende hacia la naturaleza.
Un ejemplo claro de esta separación es la Revolución Industrial. Aunque trajo avances tecnológicos como fábricas, aviones y carros, también generó graves consecuencias. Las bombas y las guerras creadas con esos mismos inventos muestran cómo el progreso, cuando se aleja de la ética, se convierte en destrucción. La película nos plantea que el desarrollo descontrolado no solo le hace daño a la humanidad, sino que deja daños profundos en el medio ambiente: contaminación, deforestación y pérdida de armonía con la Tierra.
En general, Baraka nos invita a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. La unión espiritual y ética es importante para lograr paz, amor y respeto entre las personas y con la naturaleza. El contraste entre las tradiciones humanas y la destrucción industrial nos demuestra la necesidad de recuperar esa conexión.
Comments
Post a Comment